Locales: Ella ha venido para mataros !! |
La maldita trevina (Oxalis pes-caprae) nos está matando. Bueno, no nos pongamos negativos, nos mata al trigo. Después del paso de audaciosus por las islas afortunadas, he aprendido que uno puede ser mordaz en esto de los blogs, y con el mosqueo que tengo con esta planta (ecomosqueo llamemos), voy a despacharme a gusto con la mierda de plantita.
El bonito trébol con bonita flor amarilla, vinagrillo en península por su sabor amargo (Buttercup en inglés), fue trasladada desde su región natal de la provincia del Cabo de Sudáfrica hasta Malta en 1806 por el director del Jardín Botánico de allí. A los pocos años estaba fuera de los márgenes del Jardín, y al poco se extendía por todo el arco mediterráneo. Hoy supone un serio problema en California, Sudamérica, Australia y Europa. Por suerte, el inútil del director no se dio cuenta que la planta necesita de otras dos variedades para llegar a realizar una polinización cruzada, así que la planta se reproduce en nuestros campos por reproducción vegetativa, o sea, o a través de estolones, o a través de un bulbito enterrado que tan pronto parte creará una nueva plantita. Así que esta planta no produce, salvo en su África natal, ni frutos ni semillas.
Rodales de oxalis devorando nuestra plantación |
Por si fuera poco, la delicada plantita evolucionó para realizar su desarrollo de manera temprana con respecto al resto del mundo vegetal. De esta manera, se desarrolla rápidamente ganándoles tiempo a las hierbas locales (malas igualmente, pero con acento canario) a ocupar la superficie, y no dejar que asomen sus cuellos al sol. Así se las gasta Ms Buttercup.
A todas estas, nuestra mayor preocupación hacía unas semanas era que lloviera de una vez para dar de beber a nuestro trigo y que así pudiera dar el estirón que necesitaba para machacar de una vez por todas a esa inmigrante infructuosa. Pues los mas de 100 litros que llevan caídos desde que cambió la luna, no han servido mas que para azuzar a esa zorra a dominar varios rodales de nuestro campo, hasta tal punto que hoy era difícil localizar las hojitas de trigo.
Nos asfixia ! |
Pero miremos un poco mas que nuestro ombligo. Algo de culpa tendremos nosotros (...quien ¿yo? si tu...). Estos son algunos de los errores que pudieran ser corregidos:
El primero es cuestión de dimensiones. La escarda manual es prácticamente imposible con la relación superficie plantada / nuestro tiempo disponible. Sara Pitzer en su libro, dedica un primera sección a ayudarnos a dimensionar nuestro terreno. Ella dice que con una superficie de 10*10 (100m2) se puede llegar a obtener 50 kg de harina, que podría ser suficiente para abastecer a una familia durante un año haciendo pan regularmente. También indica que, los primeros años, es posible que nuestra producción fuera menor, digamos 20 o 30 kg, y que con el tiempo llegaríamos a los 50 deseados. ¿Y por qué nos dió por sembrar 600 m2? Porque nos dejamos llevar... empezamos a flipar, con que si íbamos a sembrar varias variedades, y trigo duro para hacer pasta, y no se que más... y allí nos liamos, y ahora sufrimos las consecuencias de enfrentarnos a labores que no somos capaces de ejecutar ni son posibles de mecanizar. Ahora esto es lo que tenemos... me da hasta vergüenza colgar las fotos, con el entusiasmo que habéis mostrado tantos por ahí, y ahora con este aspecto de abandono...
Colección de malas hierbas de La Laguna ¿acaso falta alguna? |
Y puestos a admitir que las limitaciones de tiempo y dedicación no parecen estar en consonancia con la superficie, tambien deberíamos admitir que el terreno, al llevar varios años sin cultivar no registra las mejores condiciones para su cultivo. El terreno se hace a lo largo de los años, y el nuestro llevaba varios años abandonado, por lo que la calidad de los nutrientes y la cantidad de malas hierbas que habitan en su interior son posiblemente mejorables a lo largo del tiempo.
Esto no es una derrota, pero creo estos consejos pueden ser aprovechables por aquellos que vayan a embarcarse en un proyecto parecido a este (aun con todas, igual de apasionante)